sábado, 23 de noviembre de 2013

'Blue Jasmine', la nueva tragicomedia de Woody Allen


Por Mar Guerrero
Después de dirigir Annie Hall (1977), Manhattan (1979), Delitos y faltas (1989), Desmontando a Harry (1997) y Match Point (2005), entre otras muchas películas, el prestigioso director Woody Allen estrena Blue Jasmine

Esta película protagonizada por Cate Blanchett y Alec Baldwin ha sido comparada con la imperecedera obra maestra Un tranvía llamado Deseo (Elia Kazan, con guion de Tennessee Williams, 1951).

La actriz australiana Cate Blanchett demostró con su actuación de Blanche DuBois en la versión teatral de Un tranvía llamado Deseo que ese papel era para ella. Es por eso que toda la trama de Blue Jasmine parece haber sido creada para el lucimiento de Blanchett, ya que tanto la historia como el resto de personajes quedan eclipsados ante la interpretación de la actriz. 

Imagen de la película 'Blue Jasmine'. Fuente: Google Images
Al igual que Blanche, la elegante Jasmine (Blanchett), una mujer de la alta sociedad neoyorquina, se encuentra de repente sin dinero y sin casa. Decide entonces mudarse a San Francisco a vivir con su hermana Ginger (Sally Hawkins), una mujer de clase trabajadora que vive con su novio en un pequeño apartamento. Resulta que Hal, el millonario marido de Jasmine (Alec Baldwin), ha sido acusado de fraude y despojado de su fortuna. Jasmine, que atraviesa el momento más crítico de su vida, se dedica a medicarse, y a recordar su anterior vida en Manhattan.

Durante el film, Allen intercala las escenas del presente de la protagonista en San Francisco con su anterior vida en Nueva York, lo cual ayuda a entender su actitud altiva. Jasmine no duda en demostrar el desprecio que siente hacia la vida que lleva su hermana Ginger y la vulgaridad de la gente que la rodea. Por su parte, Ginger la trata con con afecto por temor a que Jasmine esté al borde del colapso nervioso dado que se pasa el día mezclando tranquilizantes con alcohol. 

Al igual que en Un tranvía llamado Deseo, Ginger tiene un novio vulgar y violento que no soporta a Jasmine. Pero en la película de Allen, el personaje de Chilli es una lejana copia de Stanley Kowalski y Bobby Cannavale, de Marlon Brando. 
Cate Blachett como Jasmine. Fuente: Google Images

A pesar de ser una de las películas más taquilleras de Woody Allen y que suene como favorita para los Oscar, se hubiese esperado que la relación entre Jasmine y Ginger estuviera mejor desarrollada. En Blue Jasmine, la interacción entre hermanas es tan superficial como la del resto de personajes. A fin de cuentas, Blue Jasmine termina siendo un vehículo para consagrar la espectacular interpretación de Blanchett, un vehículo que, por otra parte, está muy lejos de ser un tranvía.



jueves, 21 de noviembre de 2013

'Con faldas y a lo loco: En Llamas'

Llega ya un nuevo programa de 'Con faldas y a lo loco'. Hoy, 21 de noviembre, hemos hablado de uno de los estrenos más importantes de la semana: 'Los Juegos del Hambre: En Llamas', y y de su protagonista Jennifer Lawrence. Curiosidades de la película, el estreno en Madrid, los estilismos de la actriz...todo lo que quieras saber sobre una de las más famosas sagas del momento. 

Y no solo esto, también hemos dedicado el programa a dos grandes divas: Lady Gaga y sus recién confesados hábitos, y Rihanna, que nos ha sorprendido con un nuevo y "distinto" videoclip. ¡Además de muchas otras cosas! ¡No perdáis la oportunidad de escucharlo y mandarnos vuestras críticas!




martes, 19 de noviembre de 2013

Fenómeno Fan I: Beatlemanía

Por Sofía Soler

Instrucciones previas:

Entre en YouTube, Spotify o plataformas similares y busque “Twist and Shout” de los Beatles. Valdría cualquiera, pero esa es la indicada. Si es usted un clásico, un romántico o un potentado, puede reproducirla de su CD/vinilo original. Es posible que usted guarde una copia (supongamos, no descargada ilegalmente) en su ordenador. En cualquier caso, dele el ‘play’. Si lo que es ‘usté’ es un vago, tan solo pinche aquí.
*Puede usted hacer lo que quiera pero, por favor, siga leyendo.

Hablar del fenómeno fan es hablar de los Beatles. Y es que, aunque las únicas e indiscutibles protagonistas son ellas, los cuatro de Liverpool son el motivo. Hablamos de las ‘Beatlemanics’ y lo hacemos en femenino porque ellas son la imagen e icono de todo un movimiento. Por supuesto, los fans varones no eran ni son menos, pero cuando se nombra al fenómeno fan lo que cuenta es desgañitarse gritando, llorar a moco tendido y, en definitiva, ser el arte de estas fotografías míticas:
 
 
 
 


 
A las militantes de la Beatlemanía todo les soplaba a su favor y su suerte solo es comparable a la de las fans de Elvis Presley. Ni siquiera se les puede reprochar el mal gusto. Han pasado décadas, pero tuvieron la suerte de elegir como ídolos a lo más míticos y hoy nadie osa rebatir su histórica contribución a la música. El segundo punto a favor de las primeras jovencitas en lanzarle las bragas a los Beatles es puramente estético. Son fundamentales el flequillo peinado y la laca, todas ataviadas con twin sets y abrigos. Pero lo más importante, un gesto. La beatlemaniaca grita echándose las manos a la cabeza y estrujándose la cara con ellas. Las fotografías, arriba, demuestran que a este movimiento le sienta increíblemente bien el blanco y negro.
 
Han pasado años, pero el fenómeno fan no deja de estar presente. Además, las tecnologías han permitido que la histeria no se desate únicamente delante del televisor o frente al hotel donde se alojan los ídolos. Twitter es hoy un nido de directioners, beliebers, lovatics, auryners, e incluso, cumberbitches (@cumberbitches, la armada de fans del actor de Sherlock, Benedict Cumberbatch). Tal vez no en número, pero estas últimas se llevan el oro por el mejor nombre.